Ensayo de lecturas de libros en mis 10 años de Trader, profesionales del Psicotrading que en su sabiduría y experiencia sumaron a mi vida en esta hermosa profesión. Parte 1/2
Los traders activos de futuros y otros mercados toman sus decisiones de forma rápida y frecuente, lo cual requiere un alto nivel de claridad mental. Al repasar sus operaciones perdedoras, a menudo descubren que se han desviado de sus estrategias y planes previstos, convenciéndose a sí mismos para tomar decisiones que nunca realizarían en sus ensayos sobre el papel. Resulta extremadamente frustrante volver a ver la sesión de ese día y ver las señales “obvias” que se escaparon y las decisiones impulsivas que se tomaron. “¿Qué estaba pensando?” es una observación común. A veces, parece que no estábamos bien de la cabeza.
Según mis amigos los terapeutas cognitivos, eso es exactamente lo que ocurre. En la batalla del trading, cambiamos nuestros estados mentales, activando patrones mentales automáticos que pueden sabotear los planes mejor preparados. La meta de la terapia cognitiva es identificar estos patrones mentales, interceptarlos y reemplazarlos con unas alternativas más constructivas, los traders pueden convertirse en sus propios terapeutas cognitivos.
Los esquemas cognitivos: los mapas de la mente
La terapia cognitiva comienza con la noción de que las personas tienen la necesidad básica de entender su mundo. Nuestra necesidad de explicar los acontecimientos de la vida es tan fuerte que a veces preferimos una explicación supersticiosa y mística a no tener ninguna explicación. Un ejemplo clásico es el de las personas que sufren de un problema conocido como ataques de pánico. En medio de situaciones que no son en absoluto amenazadoras, estos individuos pueden experimentar repentinamente un miedo insoportable. Debido a que la reacción parece no venir de ninguna parte, los pacientes con este trastorno se inventan sus propias explicaciones de sus ataques. Si les dio un ataque de pánico en un centro comercial o en un coche, asumirán que los centros comerciales y los coches son el problema y evitarán esos entornos. Al final, la lista de situaciones que creen que les producirá un ataque se multiplica hasta el punto de que los pacientes se niegan a salir de sus casas.
Las redes de ideas que organizan nuestras percepciones se conocen como esquemas cognitivos. Podemos pensar en los esquemas como mapas mentales. En cierto sentido, son los archivadores en los que se almacenan nuestras experiencias. El investigador suizo de la psicología evolutiva Jean Piaget describió el crecimiento intelectual como una función del desarrollo de nuestros esquemas. Cuando nos encontramos con información y experiencias nuevas por primera vez, intentamos asimilarlas a estos esquemas ya existentes.
Al final, todos somos hijos de nuestra experiencia. A medida que nos hacemos mayores, desarrollamos unos esquemas cada vez más ricos y complejos, ayudándonos a entender mejor las experiencias de la vida. Las categorías en nuestros archivos mentales reflejan los acontecimientos que nos hemos encontrado en la vida.
El desafío para los traders de acciones, futuros y opciones es que inevitablemente todos traemos nuestros esquemas a nuestra operativa. Cómo interpretamos el mundo afectará a cómo interpretemos los movimientos del mercado. Para ver cómo esto puede afectar al trading, consideremos el ejemplo de un trader al que llamaré “ PB”
El perfeccionismo: el saboteador oculto
PB no creció en un hogar violento y abusivo. De hecho, sus padres le querían y le proporcionaron seguridad emocional y financiera. Los padres, al venir de entornos modestos, estaban decididos a proporcionar a su familia con las comodidades materiales que ellos nunca disfrutaron. Trabajaron duro y les inculcaron una cultura del logro. Mientras crecía, PB siempre fue un buen estudiante y recibió elogios por sus logros académicos y atléticos. Sus padres fueron estrictos con él y le exigieron que dedicase mucho tiempo por la noche a sus deberes. Esto, no obstante, dio sus frutos y PB pudo asistir a una universidad y a una escuela de negocios muy competitivas. A pesar de sus logros, PB frecuentemente era infeliz. A menudo sentía que no estaba a la altura de las expectativas de sus padres. En secreto, dudaba que pudiese estar a la altura del ejemplo de su padre. Incluso cuando conseguía algo en el colegio o en el campo de fútbol, temía que luego no daría la talla. Decidido a hacerlo lo mejor posible, se forzaba a sí mismo sin piedad. Era más estricto consigo mismo de lo que sus padres lo fueron nunca.
PB desarrolló un interés en el trading durante su máster en la escuela de negocios. Tuvo éxito al principio en un mercado alcista y vio el trading como un medio para conseguir sus elevadas metas financieras. Al poco de probar con el trading a tiempo completo, no obstante, PB se encontró con que sus patrones emocionales interferían con su operativa. A pesar de haber desarrollado un sistema de trading que había testeado cuidadosamente tanto a nivel histórico como en tiempo real sin dinero, PB repetidamente se saltaba el sistema, realizando a veces operaciones con una baja probabilidad y no tomando a veces señales válidas. En tales ocasiones, se reprendía a sí mismo y se sentía como un fracasado. Incluso cuando las operaciones iban bien, cuestionaba sus decisiones. Tal vez debería haber operado con una posición mayor, tal vez debería haber operado sobre el contrato más volátil y rentable.
De los esquemas que traemos al trading, los perfeccionistas son algunos de los más corrosivos. Los esquemas depresivos (“No valgo nada”) y de ansiedad (“Algo malo me va a ocurrir”) son obviamente negativos y tienen dolorosas consecuencias emocionales. Los esquemas perfeccionistas, no obstante, se camuflan como virtudes. PB estaba orgulloso de sus altos estándares y de su motivación por el logro. Mientras que esos esquemas estuviesen operando, nunca se aceptaría a sí mismo. De hecho, muchas de las peores pérdidas de PB ocurrieron tras aumentar el tamaño de sus posiciones tras una racha de operaciones ganadoras consecutivas. Los beneficios no eran suficientes, así que tenía que arriesgar más. Cuando la pérdida inevitable se produjo, eliminó buena parte de los beneficios anteriores.
En el libro de La psicología del trading, leí la historia de un bar de Kansas que hace tiempo pronuncian un cartel de neón en la ventana prometía “Mañana cerveza gratis”. Cuando los clientes volvían al día siguiente, no obstante, el dueño del bar les informaba de que la cerveza gratis era mañana. No hace falta que les diga que a nadie le dieron nunca cerveza gratis en ese bar.
El lema del perfeccionista bien podría ser: “Mañana autoestima”. “Si tan sólo fuese un poco mejor” sugiere el lema, “entonces estaría bien”. Cuando es un poco mejor, no obstante – cuando ha conseguido un nuevo máximo en su curva de capital, un beneficio en el mercado, lo que sea – el sentimiento subyacente de no ser lo suficientemente bueno persiste. PB creía que nunca estaría a la altura de su padre y eso afectaba a su evaluación de sí mismo. Aunque él creía que estaba motivado por el logro, en realidad estaba motivado por un molesto sentimiento de inferioridad. Como los clientes del bar, seguía volviendo, tan sólo para descubrir que la promesa de la autoestima se posponía un día más.
Identificar los esquemas negativos
Piaget diría que PB está asimilando sus resultados de trading a su esquema perfeccionista. En vez de llegar a la conclusión de que realmente tiene éxito y es competente, racionaliza sus victorias y se centra en sus fallos. Tras una operación realmente buena, parecía no estar contento: “Sí,” me dijo, “ha estado muy bien, pero ¿seré capaz de seguir así?”
El primer paso al alterar los esquemas negativos es, antes de nada, identificarlos. La terapia cognitiva ve los pensamientos negativos que emergen de los esquemas depresivos, ansiosos y perfeccionistas como hábitos. Descubrirnos a nosotros mismos cuando malinterpretamos un acontecimiento y a continuación interrumpir esos errores en la forma de pensar es la mitad del proceso de cambio.
¿Cómo reconocemos un esquema problemático cuando surge por primera vez?
El pionero de la terapia cognitiva, el Dr. Aaron Beck, descubrió que una característica de los esquemas negativos es el pensamiento automático. Una vez que algún acontecimiento en la vida activa estos esquemas, hay una cascada de pensamientos automáticos y negativos que generan sentimientos de ansiedad, depresión y enfado. Estos pensamientos parecen seguir un guión, casi como si hubiese una cinta dentro de nuestras cabezas. Muy a menudo surgen los mismos pensamientos en situaciones muy distintas, lo cual sugiere que no se está razonando de forma independiente, sino que esos pensamientos son un subproducto de experiencias anteriores en la vida.
PB, por ejemplo, generaba una serie de pensamientos automáticos que comenzaban con las palabras “Debería haber…”. Frecuentemente cuestionaba sus operaciones, incluso cuando eran rentables. Uno de sus ejercicios favoritos – y más destructivos – era repasar la sesión de trading e identificar todas las operaciones que “debería haber” realizado. Estas operaciones no eran resultado de señales de sus sistemas y, de hecho, habrían requerido que el trader fuese omnisciente. Sin embargo, PB se enorgullecía de realizar este ejercicio tras cerrar el mercado, convencido de que repasar los mercados le haría un mejor trader.
Muy a menudo las personas no son conscientes de sus pensamientos automáticos negativos. Al llevar un diario cognitivo, los traders como PB pueden convertirse en mejores observadores de sus pensamientos habituales. La siguiente tabla muestra un ejemplo de diario y de las entradas que habría podido escribir PB.El psicólogo Albert Ellis organizaba sus diarios en un formato ABC, en los que la primera columna representaba el evento que activaba la situación; la segunda columna describía las creencias sobre este acontecimiento (el diálogo interno de la persona, o su proceso mental interno); y la tercera columna capturaba las consecuencias de estas creencias (sentimientos de ansiedad, perderse señales de trading, etc.). Al rellenar una entrada del diario cada vez que ocurría un problema que quería corregir (una mala operación, sentimientos de frustración con respecto al trading), los traders se entrenan para convertirse en mejores observadores de sí mismos.
Columna A
Evento que activa la situación
(Descripción de la situación en la que se produce el patrón problemático)
Columna B
Creencias
(Los pensamientos y diálogo interno que acompañan la situación)
Columna C
Consecuencias
(Los resultados emocionales y conductuales de mantener las creencias)
Doblé el tamaño de mi posición estándar en el CL operando en contra de una subida con poco volumen en un mercado sobrecomprado. He ganado un par de puntos aquí y allá, pero mi curva de capital ha estado relativamente plana el último mes. Necesito ser más rentable. Comencé inmediatamente a sentirme más estresado mientras estaba en la posición, ya que cada tic movía mi cuenta más de a lo que estoy acostumbrado. Me salí en un ataque de pánico cuando el mercado tuvo un pico al alza por un programa de compras y a continuación vi con frustración cómo el mercado retrocedía hasta mi zona objetivo.
Tuve una señal de compra en el CL en la ruptura por encima de los máximos de la noche. Espere a una corrección para entrar en vez de tomar la señal inmediatamente. Me estaba criticando a mí mismo por haberme perdido los mínimos de la sesión nocturna y me dije a mí mismo que podía recuperar parte de la diferencia esperando a una corrección. El mercado siguió al alza tras la ruptura y me perdí otros tres puntos antes de entrar, haciendo que me sintiese como un idiota.
Tomé un beneficio de 4Rs en mi posición en el CL el mercado siguió subiendo otras 3Rs tras mi salida. Me arrepentí por no mantener la posición más tiempo y maximizar mi beneficio. Comencé a pensar: “Ninguna de mis posiciones funciona como quiero”. Comencé a sentirme decaído tras tomar el beneficio e intenté animarme realizando una operación a media tarde en un mercado con poca volatilidad. Me saltó el stop en una falsa ruptura y me sentí aún más frustrado.
Nota: El diario cognitivo tiene dos funciones: 1) Puede utilizarse para revisar problemas pasados e identificar los pensamientos automáticos que han saboteado el trading en el pasado; y 2) Puede utilizarse en trader para interceptar acciones y patrones mentales negativos en el momento en que ocurren. Llevar un diario cognitivo resulta útil para cambiar esquemas específicos. Añadir una cuarta columna permite a los traders cuestionar las creencias negativas y practicar e implementar alternativas más positivas.
Nos vemos en el mercado.
Alejandro López Betten